Friday, February 15, 2008

El Colegio La Salle y el "APH Callao"

Dip. Marta Varela

Vicepresidente de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura de la C.A.B.A.




La semana pasada, luego de un intenso debate, los legisladores sancionamos una norma mediante la cual logramos que el edificio del colegio La Salle sea protegido y preservarlo contra posibles agresiones a sus valores arquitectónicos.

Es que las bondades edilicias de este edificio lo convierten en una pieza arquitectónica de gran relieve que sin duda enriquece el Patrimonio de la Ciudad, mereciendo ser protegido tanto para referencia histórica de sus habitantes como para la admiración de los visitantes.

Sin embargo, quiero resaltar el hecho de que, previo a èsto había presentado un Proyecto de Ley (Exp. 1863/07) mediante el cual propuse la creación de un Área de Protección Histórica para la totalidad de la Avenida Callao. El proyecto detiene de manera preventiva cualquier pedido de obra o modificación de ese edificio, y de otros tantos del mismo valor.

Entiendo que el proyecto "APH Callao" como se lo conoce comúnmente, es mucho más abarcativo y fue fundamentado apelando a la narración histórica y a sus caracterizaciones propias, en aras de beneficiar a la ciudad con la protección de un espacio reservado al homenaje y la memoria de célebres actividades que hicieron historia y modelaron generaciones de ciudadanos.

Nuestra propuesta concibe la gran arteria como un tríptico temático: definimos el primer tramo como la "Callao Política", entre Plaza del Congreso y Av. Corrientes, rindiendo homenaje a la zona de gran actividad legislativa que en otras épocas se desempeñaba en sus alrededores. Muchos diputados y senadores provenientes generalmente del interior del país utilizaban los conocidos bares y restaurantes de la Av. Callao como lugares de discusión política o reunión de trabajo y pernoctaban en hoteles tan clásicos a esa estirpe como el Nogaró y otros, todo ello presidido por el célebre Congreso de la Nación.

Respetando la espontaneidad con que se dio ese armado histórico, definimos luego al segundo tramo de Callao como la "Callao Educativa", entre las avenidas Corrientes y Santa Fe, zona en la que se erigen la Escuela Normal Superior Domingo F. Sarmiento, los colegios Del Salvador, La Salle, Antonio Bermejo, Carlos Pellegrini, Normal N° 1, la Escuela de Lenguas Vivas Presidente Roque Sáenz Peña, el Instituto Del Carmen, la Universidad del Salvador, las Facultades de Economía y de Medicina y Odontología de la UBA, etc., todo ello presidido por el magnífico edificio del Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación de la Nación.

La calificación de "Callao educativa", que responde al tema central de la zona, no sólo aspira a crear un clima estudiantil protegido y jerarquizado, sino que brinda la oportunidad de resaltar los importantísimos esfuerzos que nuestra comunidad realizó en aras de la educación de su pueblo a principios del siglo pasado.

De hecho, la ley 1420 de educación gratuita y obligatoria tuvo su correlato edilicio en los monumentos construidos en esos años, muchos de los cuales se identifican en nuestra propuesta y cuyo eje arterial es la Avenida Callao.Por último, hemos definido al tramo de Callao que va desde la Av. Santa Fe hasta la Av. Del Libertador como la "Callao residencial".

En definitiva consideramos necesario avanzar en estos proyectos de fondo que permiten preservar ésta y otras zonas de la ciudad de manera integral. De hecho, he propuesto también la creación del APH Belgrano y del APH Recoleta, logrando de esta forma evitar el avance de iniciativas que pueden poner en riesgo una parte importante de nuestro patrimonio, como el caso del colegio La Salle.

Celebramos finalmente, el gran interés por este debate puesto de manifiesto por la Asociación de Ex Alumnos del Colegio La Salle, los medios periodísticos y la comunidad porteña en general, lo que confirma la creciente vocación ciudadana por la preservación del patrimonio edilicio.

Un cordial saludo,


Dip. Marta Varela

Vicepresidente de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura de la C.A.B.A.


www.martavarela.com.ar

Wednesday, February 13, 2008

Carta de Lectores

Colegio de La Salle

Señor Director:

"Me pareció excelente la nota de Abel Posse en defensa de la preservación del edificio del Colegio de La Salle y sus propuestas para evitar que se imponga lo mercantil en su lógica suicida, cediendo el paso al hotel, al supermercado o a la galería comercial.

"El «materialista» Karl Marx, a los 27 años, dijo que «la desvalorización del mundo humano crecía en razón directa de la valorización de las cosas». Una buena reflexión para espiritualistas y religiosos."

Albino Gómez

albinogomez@fibertel.com.ar

Friday, February 8, 2008

Colegio De La Salle (Parte 1 de 3) - Legislatura C.A.B.A. - Votación del 07.02.08

Colegio De La Salle (Parte 2 de 3)

Colegio De La Salle (Parte 3 de 3) Himno

Por unanimidad, la Legislatura declaró al colegio un bien patrimonial catalogado.

Viernes, 08 de Febrero de 2008

El La Salle no será hotel, con promesas del macrismo a la Iglesia

Por unanimidad, la Legislatura declaró al colegio un bien patrimonial catalogado.

Horas antes, los lasallanos habían renunciado al hotel, a cambio de una futura “garantía”.

El colegio histórico no podrá ser remodelado ni demolido, por ley de la Legislatura.

Por Sergio Kiernan. Página 12



La saga del colegio La Salle tuvo un final inesperadamente manso y tranquilo. Los hermanos de la orden ayer anunciaron oficialmente que el edificio no será hotel ni será remodelado, la vicaría encargada de educación en la Iglesia Católica reforzó el anuncio y toda oposición al proyecto de catalogar el colegio histórico se esfumó.

La razón de tanta flexibilidad no es un súbito ataque de conciencia patrimonialista de alguna de las partes sino la insistencia del oficialismo macrista en dar una “garantía” de que la ciudad sostenga “la actividad educativa del La Salle”.

En buen romance, y aunque lo niegan, el PRO anunció como mínimo un subsidio a los hermanos, que se quedaron sin negocio hotelero.

El colegio La Salle es parte de un polo de edificios simbólicos construidos a fines del siglo diecinueve para darle a Buenos Aires sus “palacios”. El conjunto incluye al palacio Pizzurno, frente a la plaza Rodríguez Peña; al bellísimo edificio de Obras Sanitarias que toma la manzana entera de Córdoba, Riobamba, Viamonte y Ayacucho, y al Normal que toma entera la manzana de enfrente, sobre Córdoba. En esos tiempos nacía la Argentina próspera que se daba una cara institucional y estaba de moda construir a lo grande.

Los hermanos de La Salle también participaron de esta idea y construyeron algunos de los colegios más lujosos, grandes y bonitos de su época. El de la esquina de Riobamba, justo atrás de Obras Sanitarias, fue de los más exitosos dentro de ese programa.

Pero un siglo largo después, la economía de los colegios privados no es lo que era y los grandes palacios requieren un esfuerzo de imaginación para ser preservados y mantenidos.

No fue lo que se encontraron los ex alumnos del La Salle cuando fueron convocados por los hermanos de la orden para ver el proyecto hotelero que tomaría el edificio histórico.

Hace tiempo, ya sabían los ex alumnos, que el colegio funcionaba fundamentalmente en el nuevo edificio sobre la calle Ayacucho, que en términos de arquitectura es una vergüenza apenas utilitaria.

Cuando los ex estudiantes vieron el “proyecto de puesta en valor” del estudio Polizzi-Soldini reaccionaron con un estremecimiento: el patio cubierto con un techo semitransparente, extrañas esculturas metálicas, excavaciones subterráneas para ganar metros, volúmenes vidriados asomando sobre las fachadas originales.

La reacción fue inmediata y drástica. La diputada Teresa de Anchorena, que preside la Comisión de Patrimonio de la Legislatura porteña le recordó al Ejecutivo que ya el 16 de octubre había presentado un proyecto de catalogación del edificio.

Como explicó a Página/12 su jefe de asesores, Facundo de Almeida, según reciente jurisprudencia de la justicia porteña, un edificio en trámite de catalogación no puede ser tocado hasta que se resuelva, por sí o por no, si se lo protege.

El Ejecutivo se apresuró a aclarar que no se había autorizado ninguna obra en el La Salle, pese a que los hermanos decían que tenían permiso del Consejo del Plan Ambiental Urbano, un ente que no tiene la menor ingerencia en estas cosas y que dejó la intriga de por qué se metió a opinar.

Pero el macrismo en el poder hizo más que anunciar que no había infringido las leyes vigentes. El mismo jefe de Gobierno, en reunión de gabinete, le ordenó al vicepresidente primero de la Legislatura y líder de su bancada, Diego Santilli, que convocase a una reunión extraordinaria y en pleno verano para que los legisladores trataran de urgencia la catalogación del La Salle. Como en estos casos sólo el oficialismo puede determinar el temario a tratar, Santilli agregó otros temas caros a su jefe político, como se informa en nota aparte.

Tanta urgencia demuestra el rango del tema patrimonial en la agenda política actual y también el status de “quemado con leche” que tiene el macrismo luego de los escándalos en el área cultural que le amargaron la transición, como el del renunciado candidato a ministro Luis Rodríguez Felder.

Pero de inmediato quedó en claro que el oficialismo quería que se tratara en el recinto un proyecto propio y no el ya presentado en la Comisión de Patrimonio. El macrismo trató a una velocidad notable el tema en las comisiones que corresponden, pero insistiendo en agregar un artículo al proyecto circulante, uno que obligara a la ciudad a “garantizar” la actividad docente en el La Salle.

Si esto suena a promesas materiales, de subsidio o más, es porque el verbo “garantizar” es más que fuerte en una ley. Los macristas juran en los pasillos y las reuniones de comisión de la Legislatura que se trata de algo “meramente declaratorio”. Para la oposición, el tema suena a “una estatización del colegio”, como sintetizó una fuente.

La Iglesia parece creer lo mismo, ya que ayer, horas antes de la sesión, los hermanos lasallanos se presentaron ante la Dirección General que concede permisos de obra para desistir formalmente del proyecto hotelero, y la vicaría encargada de Educación del Arzobispado anunció que habrá 4000 metros cuadrados en el edificio histórico que serán usados en el famoso proyecto educativo.

Anoche, tarde y con una gran cantidad de ex alumnos del colegio en el recinto, la Legislatura aprobó la catalogación del La Salle. Fue finalmente un voto unánime, de cincuenta a cero en lo general y con la disidencia parcial del bloque de Aníbal Ibarra en lo particular.

Resulta que el ibarrismo –que bien podría haber catalogado el colegio cuando estaba en el poder– quería que le ley lo destinara exclusivamente al uso educativo. Para sacar el trámite, el macrismo votó el proyecto original: la “garantía” a la Iglesia queda para una ley aparte, ya presentada y que en breve tendrá que ser tratada en la Comisión de Educación.

Lasallanos festejando en la Legislatura

Muchas gracias ALEJANDRO HORACIO RAMÍREZ, por hacernos llegar el video.

Aprobaron la lectura del proyecto del La Salle

En la Legislatura

Aprobaron la lectura del proyecto del La Salle



La Legislatura porteña aprobó anoche la primera lectura del proyecto de ley que propone catalogar el antiguo edificio del Colegio de La Salle con nivel de protección estructural.

En una sesión extraordinaria que comenzó tres horas más tarde de lo previsto, y en la que se discutieron diversos temas, éste el primer paso para que, luego de ser debatido en audiencia pública, el proyecto sea finalmente aprobado y se convierta en ley.

Unificados en un solo texto los proyectos presentados por los diputados Teresa de Anchorena (Coalición Cívica), Oscar Moscariello (Pro) y Aníbal Ibarra (Diálogo por Buenos Aires), el proyecto definitivo impide que en el edificio se realicen modificaciones que alteren su tipología y los elementos ornamentales y arquitectónicos que lo caracterizan. Este proyecto no prohíbe ni aprueba, sin embargo, un uso en particular.

Las autoridades del colegio, en tanto, presentaron ayer una modificación al proyecto de construcción de un hotel, ante la Dirección General de Interpretación Urbanística, e informaron que en ese lugar construirán oficinas administrativas.

"Este gesto hacia el Colegio de La Salle forma parte del gesto que todos los ciudadanos porteños tenemos que hacer hacia nuestra ciudad: cuidarla y preservarla. Lo importante es que la restauración signifique revitalización y que, en el futuro, el funcionamiento del edificio sea sustentable y vital. El patrimonio debe cuidarse con los pies puestos en la realidad", explicó a LA NACION Anchorena.

Hace algunas semanas, el histórico edificio de Riobamba 650 provocó controversias cuando trascendió que las autoridades del establecimiento lo darían en concesión por 30 años a un grupo económico que pretende construir allí un hotel cinco estrellas y un centro de convenciones.

POR LEY, LE DIERON PROTECCION ESTRUCTURAL AL HISTORICO COLEGIO

POR LEY, LE DIERON PROTECCION ESTRUCTURAL AL HISTORICO COLEGIO

Pese a que la Legislatura protegió al La Salle, la Iglesia respaldó el hotel

El Arzobispado porteño asegura que el plan beneficiará a los alumnos.


Las autoridades del colegio La Salle recibieron ayer un valioso respaldo de la Iglesia a su proyecto de construir un hotel y un centro de convenciones en su histórica sede.

En el mismo día en que la Legislatura aprobó la protección del edificio de Riobamba 650, el arzobispado de Buenos Aires, que conduce el cardenal Jorge Bergoglio, le envió una carta desde la Vicaría de Educación a los diputados porteños donde consigna los beneficios que tendrá el emprendimiento para los alumnos.El pronunciamiento fue el resultado de una serie de consultas que realizó Beatriz Jáuregui, una veedora designada por la Vicaría a mediados de enero cuando estalló la polémica luego de que varios ex alumnos manifestaron su preocupación por el proyecto.

Allí se señala que no sólo no se reducirá el espacio destinado al colegio (las aulas hoy están en un anexo sobre la calle Ayacucho) sino que se construirán 4.000 m2 para un jardín de infantes y más espacios educativos para los 1.150 alumnos. Además, se puntualizó que fortalecerán el área de educación especial, y que quedará garantizada la continuidad de la histórica capilla del colegio y su uso exclusivo para los alumnos y la comunidad educativa.En tanto, en un bloque vidriado que se levantaría en uno de los patios del edificio que hoy no tiene uso, y en el sector de Ayacucho, harían oficinas. Las nuevas aulas estarían en un anexo sobre Tucumán. También habría subsuelos con cocheras, y el salón de actos sería reacondicionado (sin cambiar su estructura) para explotarlo como centro de convenciones.

Según pudo averiguar Clarín, las obras estarían a cargo de un grupo europeo, que invertiría unos 4 millones de dólares.

Esta comunicación de la Iglesia llegó el mismo día que los legisladores tenían dispuesto declarar la "protección estructural" del edificio, lo que implica que no se podrán alterar ninguna de las estructuras de alto valor arquitectónico y patrimonial. La ley fue aprobada por 52 a 0, votación que fue aplaudida por padres y ex alumnos del colegio.

Pero esa protección no impediría que el edificio sea utilizado con fines económicos. "Vamos a respetar la ley y a explicar las veces que haga falta en qué consiste nuestro proyecto. Ya presentamos un expediente en la Ciudad, y si bien seguramente habrá que realizar ajustes, confiamos en que la obra se haga. La necesitamos para financiar las escuelas gratuitas que tenemos en el Interior, donde estudian 11.000 chicos", explicó Carlos Albornoz, Superior Provincial de los Hermanos de La Salle.

Wednesday, February 6, 2008

Se vienen días decisivos para los porteños

Sesiones extraordinarias

Se vienen días decisivos para los porteños

El jueves en la Legislatura se discutirá el aumento de las patentes, el sistema de puntaje para las licencias de conducir, se definirá la situación del colegio La Salle y la designación de las autoridades del Banco de la Ciudad




La Legislatura porteña tratará el jueves dos temas sensibles para los porteños: el aumento en las tarifas de las patentes y el sistema de puntaje para las licencias de conducir. La discusión de este último tema, generó una batalla campal frente a la Legislatura entre el gremio de los taxistas y la policía.

Además de estas dos medidas polémicas, la Legislatura realizará dos sesiones extraordinarias en las que también analizará la situación del colegio La Salle y la designación de autoridades del Banco de la Ciudad.

La primera sesión está prevista para las 15 y el temario incluye la ley tarifaria de patentes, la protección del histórico edificio donde funciona el colegio La Salle, en Riobamba al 600, y el sistema de "scoring o puntaje" para un obtener la licencia de conductor con 20 puntos iniciales, que se perderán gradualmente en la medida que se comentan infracciones. La más grave será "participar, organizar o disputar picadas callejeras" y se penará con la pérdida de los 20 puntos iniciales, quita de la licencia durante 60 días y obligación de realizar un curso de educación vial, tras lo cual el conductor podrá obtener nuevamente los 20 puntos. Si los vuelve a perder por otras causas, la inhabilitación para conducir será de seis meses. También se penará, con una reducción de 10 puntos, la negativa a someterse al control de alcoholemia, conducir en estado de ebriedad o bajo efectos de estupefacientes, incumplir obligaciones legales en caso de accidente y exceder la velocidad permitida.

Otro tema será la modificación de la cláusula transitoria primera de la Ley Tarifaria 2568, que plantea la posibilidad de que quienes paguen sus deudas de patentes antes del 30 de marzo próximo puedan hacerlo con el tope del 8 por ciento de incremento en el valor del automóvil.

En la segunda sesión, el jueves, pautada para las 18, quedará aprobado el nuevo directorio del Banco Ciudad, que tendrá como presidente a Federico Sturzenegger y a Juan Curutchet como vicepresidente.

Sergio Beros, Alicia Caballero, Mario Morando y Marta Talotti serán vocales de la entidad; en tanto Alicia De Antonis tendrá el cargo de síndico.

Monday, February 4, 2008

CONVOCATORIA a TODOS LOS LASALLANOS

Deseamos INVITARLOS:


A la PROMOCIÓN 1974

ASUNTO: A TODAS LAS PROMOCIONES LASALLANAS. COLEGIO DE LA SALLE-LEY de PROTECCIÓN. VOTACIÓN LEGISLATURA CABA (Perú 160) JUEVES 7-FEB-2008 16:30



FAVOR DE RETRANSMITIR A TODOS LOS LASALLANOS QUE CONOZCAS DE CUALQUIER PROMOCIÓN



A TODAS LAS PROMOCIONES DE EXALUMNOS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA LASALLANA:



Luego de negociaciones con diputados de los distintos bloques de la legislatura porteña, el pasado MIE 30-enero-2008, acordaron el despacho unificado del proyecto de ley para proteger a nuestro COLEGIO DE LA SALLE-Riobamba 650, que se votará el próximo


JUEVES 7-FEB-2008 A LAS 16:30
Perú 160 (y Florida)


El espacio en el recinto legislativo es limitado, por lo que acordamos con ceremonial que concurrirán cinco por cada promoción y el envío previo de un listado de los asistentes. en consecuencia,


QUEDAN TODAS LA PROMOCIONES INVITADAS A PRESENCIAR LA VOTACIÓN DE LA LEY QUE PROTEGERÁ EL EDIFICIO DE NUESTRO QUERIDO COLEGIO.


A los que concurran, para incluirlos en la lista de ingreso al recinto, les agradeceré me lo hagan saber, A MAS TARDAR EL MARTES 5 DE FEBRERO hasta las 23:30, enviándome a la dirección de correo GIUNTAVM@Gmail.com los siguientes datos:

PROMOCIÓN:
APELLIDO Y NOMBRES:
DOCUMENTO tipo y Nº:
DOMICILIO REAL:
TELEFONO:
DIRECCIÓN CORREO ELECTRÓNICO:

Recuerden que el CUPO es LIMITADO;

Por razones de espacio, sólo podremos ir CINCO POR CADA PROMOCIÓN.

Se respetará el orden de entrada del correo electrónico.

Asegúrense de concurrir, de lo contrario le quitarán el espacio a otro lasallano

Gracias, un fuerte abrazo para todos. Víctor Giunta

El límite del La Salle

Por Abel Posse

Para LA NACION





Era en marzo, en una de esas mañanas radiantes y frescas de Buenos Aires.

Mi madre me llevó al La Salle, donde habíamos conseguido vacante.

Tomamos el colectivo 132, que entonces subía por Córdoba hacia el centro y bajamos en la calle Riobamba, cuyo nombre todavía resuena en mí como algo feliz y tropical, ligado a aquella mañana.

Recuerdo mi deslumbramiento ante el edificio descomunal de Obras Sanitarias, con su estilo morisco y como pintado con miel. Nunca había visto algo semejante.

Por Riobamba alcanzamos la masa sólida y adusta del La Salle.

Nos hicieron pasar para la audiencia que se estilaba, con el hermano Próspero, el inolvidable prefecto.

Habló con mi madre y me hizo preguntas que respondí con precisión monosilábica, seguro de que mi compostura sobreactuada nunca lo engañaría. Luego nos acompañó hasta la puerta de su despacho, que se abría hacia el patio deshabitado y silencioso donde hoy, según el proyecto "salvador", se piensa construir el hotel de cinco estrellas.

Vi por primera vez los bebederos adosados a las columnas de los grandes arcos y la escalera que conducía a las aulas. El patio de los partidazos durante el recreo grande y donde los domingos, de uniforme y después de misa, nos repartían pancitos calientes y la reconfortante barra de chocolate. Largos inviernos creativos.

El ómnibus del colegio rodando sobre la llovizna de Callao.

Octubre con su alfombra de jacarandáes.

El superior, el hermano Albornoz, comunicó recientemente a la prensa el proyecto que descuartizará al colegio entre un hotel de lujo y un espacio de convenciones. El hotel de lujo, justo encima de aquel patio descrito. Con todo el respeto debido, quiero decirle al superior que ya tenemos experiencia en la ciudad de que el hotel de cinco estrellas, a 300 o 400 dólares la noche, fagocita, devora, al espacio cultural, a la mansión tradicional, en este caso, al colegio histórico que no puede subsistir por razones económicas. La subcultura del provecho aniquila lo tradicional, lo que compone el alma de la ciudad.

Nunca veremos que un colegio sirva para "salvar" a un hotel en quiebra. Estamos en el mundo del revés, donde ladrillo a ladrillo van desapareciendo esos espacios que son el patrimonio profundo de la comunidad.

El crapulismo economicista invade todos los espacios de decisión, y lo aceptamos, aunque sabemos que es la lógica de la nada mercantilista, del vacío espiritual.

Se habla continuamente de educación y no tenemos, no ya el coraje de fundar algo como el La Salle, sino de impedir decorosamente su extinción.

¿Por qué no comprometer al Estado y a los sectores privados, a los ricos sindicatos, para salir del bache financiero, extendiendo sus funciones en el campo de la educación; en la investigación superior, creando un centro del elite? Nos abruma el sentimiento de no poder defender nada noble. Estamos en un país sin dimensión metafísica y poética. Sólo se impone lo mercantil en su lógica suicida: creer que es la cultura y la tradición quienes deben ceder el paso al hotel, al supermercado o a la galería comercial. Estamos a contramundo. Perdimos de vista a Sarmiento y a Lugones. Si el siglo XXI es ya el siglo del conocimiento, debemos reconocer que entramos en él a reculones. En los años de creatividad y apogeo decidimos crear edificios educacionales, como fue la remodelación del espectacular Nacional de Buenos Aires en 1930.

Hoy, ni siquiera podemos mantener en la esfera de la educación un instituto centenario como el La Salle: lo descuartizamos en beneficio del turismo y la gastronomía.

Sería una magnífica ocasión para la Presidenta (cuyo párrafo inaugural más brillante y aplaudido fue el dedicado a la educación) y para el jefe de gobierno de la ciudad, que muestra de empuje para superar la inoperancia estratificada; para tomar el caso del La Salle como un punto límite en nuestra decadencia educativa y cultural.

Decía Rilke que las casas y las cosas antiguas se van cargando de vida. Dejan de ser meros objetos para ser espacios de vida que enriquecen y otorgan profundidad a la existencia. La nostalgia de uno es la nostalgia de miles que pasaron por esos claustros. Es agradecimiento y voluntad de que ese instituto de creatividad prosiga. Si algo se puede decir de la educación lasallana es que supo acompañar la infancia sin dañar su esencia con excesos pedagógicos o disciplinarios. Fue una dulce y serena continuación del hogar.

El autor es escritor y diplomático.