El Colegio De La Salle insiste en hacer un hotel de lujo en su sede histórica

EL PROYECTO FUE DIFUNDIDO POR CLARIN Y RESISTIDO EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA DEL CENTRO RELIGIOSO

El Colegio De La Salle insiste en hacer un hotel de lujo en su sede histórica

Salieron a defenderlo las autoridades de la tradicional institución. Dicen que quieren "poner en valor" el edificio y que tienen varias ofertas. Legisladores y ex alumnos piden que siga funcionando para educar.

Por: Nora Sánchez

Las autoridades del Colegio De La Salle confirmaron que seguirán adelante con el proyecto para convertir al centenario edificio de la institución en un hotel de lujo y un centro de convenciones.

"Esta es una oportunidad para poner en valor el edificio", aseguró Carlos Albornoz, superior provincial de la congregación de hermanos de La Salle.

El miércoles habrá una reunión en la Legislatura porteña para avanzar con un proyecto para proteger el edificio.

El plan de la congregación, anunciado a los padres y ex alumnos y revelado por Clarín el 19 de enero, consiste en concesionarle por 30 años el edificio de Riobamba 650 a un grupo económico, para que haga un hotel y un centro de convenciones. Como contraprestación, éste construirá un jardín de infantes en parte de los patios del otro edificio del Colegio, en Ayacucho al 600.

Ayer, Albornoz lamentó que el proyecto se hubiera hecho público y se negó a informar cuál era el grupo económico involucrado. "No puedo dar esa información porque todavía no está cerrado el acuerdo. Tenemos varias propuestas", dijo.

Albornoz explicó que el edificio de Riobamba hace cinco años que está desafectado del servicio educativo del Colegio. "Nunca hemos pensado en venderlo ni en demolerlo. Muy por el contrario, pensamos que ésta es una oportunidad para ponerlo en valor", aseguró. Según dijo, el costo para mantener el edificio y las reformas que hacen falta para adaptarlo a las nuevas exigencias de seguridad, los llevó a "imaginar distintas opciones que no comprometan el dinero que queremos utilizar para la educación de los más pobres". Es que los colegios privados lasallanos sirven para sostener otros gratuitos.

"Con esta inversión, todos salimos ganando. En primer lugar el edificio, que podrá ser mejor conservado que en la actualidad. También el Colegio, que podrá contar con 4.000 metros cuadrados de laboratorios y jardín de infantes nuevo. Y lo más importante, el conjunto de nuestras obras populares, que podrán disponer de recursos que hoy no podemos generar", insistió Albornoz, que prometió que no se modificarán la fachada, el hall o la capilla. Y afirmó que ya cuentan con el visto bueno del Superior General de la Congregación en Roma y del Gobierno porteño para la obra.

Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano explicaron que todavía no se otorgó el permiso de obra, aunque el pedido está en trámite en la Dirección General de Registro de Obras y Catastro donde, hasta ahora, no han surgido objeciones.

En la Legislatura porteña sí hay objeciones y se discuten varios proyectos para proteger el edificio, uno de los cuales fue presentado por la diputada Teresa Anchorena (Coalición Cívica).

Otro, presentado por Marta Varela (PRO) en agosto de 2007, propone declarar Area de Protección Histórica a un polígono que incluye al La Salle, así como al Colegio del Salvador y el Pellegrini, entre otros.

Mientras, Aníbal Ibarra presentó un proyecto para prohibir el uso del inmueble para fines no educativos.

El propio Mauricio Macri instruyó a los diputados del PRO para que saquen un proyecto para darle protección estructural al edificio.

Los hermanos lasallanos ayer afirmaron que iban a contactarse con los legisladores que se oponen al proyecto.

El presidente del bloque del PRO, Oscar Moscariello, contó que ya tuvieron una reunión con algunos diputados. "Nos mostraron el proyecto y aseguraron que no van a tocar absolutamente nada. Nosotros les dijimos que vamos a seguir insistiendo con la modificación de la normativa para catalogar el edificio. Hay bastante consenso para aprobarla. Los hermanos van a poder hacer su proyecto sólo si se garantiza que el edificio no va a ser alterado y que no se va a comprometer el servicio educativo".

La Comisión de Patrimonio Arquitectónico se reunirá el miércoles para unificar los proyectos en uno. "Si todo sale bien, el 7 de febrero podríamos aprobarlo en primera lectura y, después de una audiencia pública, en 60 días podría salir la aprobación definitiva", contó Moscariello.

"El problema no pasa por preservar un edificio: queremos que siga destinado a actividades educativas -advirtió Eduardo Bravo Losada, egresado en 1974-. Ahí se podría hacer la Universidad La Salle. Esta es una congregación religiosa dedicada a la educación y que ahora quiere pasar a manejar un negocio".